jueves, 21 de noviembre de 2013

GESTIONAR EL TIEMPO, GESTIONAR LA VIDA

GESTIONAR EL TIEMPO, GESTIONAR LA VIDA

    Alguien ha dicho que el tiempo, como tal, no puede gestionarse, que lo que sí podemos hacer es gestionar el uso que hacemos de él. Todos disponemos de los mismos siete días a la semana y las mismas veinticuatro horas diarias, cómo distribuimos las tareas, y qué actividades tendrán prioridad sobre otras, es ya una decisión nuestra.

    Cuando las ofertas que se nos presentan para ocupar el tiempo son cada vez más variadas, y las promesas de utilidad de cada actividad cada vez más seductoras, conviene establecer un sólido planteamiento para no malgastar el recurso más escaso del que disponemos.

   Nuestra estrategia de uso del tiempo dedicado al trabajo tiende a concentrar la mayor parte de los esfuerzos que se realizan en este sentido, es el tiempo que tiende a considerarse productivo en términos económicos y es un tiempo cuya utilización es evaluada no sólo por nosotros mismos sino también por las empresas de las que dependemos.

   Sin embargo, resulta muy poco frecuente haber recibido formación para a obtener los conocimientos y habilidades que nos permitan aprovechar al máximo nuestro tiempo de trabajo. En un sistema donde prima la productividad no nos enseñan a ser productivos.

      Una adecuada gestión de las tareas en el tiempo requiere en la gran mayoría de los casos apostar por un proceso de cambio personal que precisará de una buena dosis de esfuerzo, disciplina y constancia, pero que reportará, una vez adquirido, un importante incremento en su calidad de vida. Le permitirá afrontar retos laborales con tranquilidad, equilibrar el trabajo con el tiempo dedicado a su familia y amigos e incluso disponer de tiempo para Ud. mismo.



     Gestionar el uso del tiempo de una forma adecuada pasa por

·         Un análisis inicial de qué es lo que hay que hacer, cómo hacerlo y por qué. Necesitamos conocernos a nosotros mismos y nuestros verdaderos objetivos.

·        Una planificación con definición de objetivos, valoración de los mismos y programación de las acciones que nos llevarán a su consecución.

·       Una diferenciación y clasificación en función de la importancia y la urgencia de las tareas para poder establecer su priorización (siguiendo a S. Covey).

·       Evitar la natural tendencia a la eternización, procrastinación y los cronófagos o ladrones del tiempo.

·        Delegar cuando es posible, siguiendo unos criterios de selección de las personas en quienes se delega, la formación e información a las mismas, y su supervisión.

·         Utilizar un sistema como puede ser GTD, propuesto por D. Allen, que sugiere una serie de pasos para conseguir un uso eficaz del tiempo (Recopilar, Procesar, Organizar, Revisar, Hacer) y la utilización de herramientas específicas para conseguirlo.


    Con el uso de distintas técnicas y metodologías basadas en la PNL y las aportaciones de los principales autores que han estudiado y avanzado en la gestión del tiempo, podemos dar un gran salto adelante, mejorar nuestra productividad, reducir nuestro estrés y obtener el tiempo para aquellas cosas que hacen que la vida realmente merezca la pena.

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