martes, 12 de noviembre de 2013

CÓMO EMPEZÓ TODO





CÓMO EMPEZÓ TODO



        Así es como empezó todo o por lo menos es así como lo cuentan, los que participaron en esta aventura son muchos pero no cabe duda de que Richard Bandler y John Grinder son los protagonistas.

    Richard  Bandler era estudiante de matemáticas en la Universidad de California, Santa Cruz, y matriculado a su vez en una asignatura de psicología( estas cosas que se pueden hacer en EEUU desde los años .. de nuestra historia), y hacia transcripciones de sesiones de terapia de Fritz Perls (neurosiquiatra y psicoanalista, creador de la Terapia Gestalt) y le parecieron muy interesantes porque conseguía resultados sorprendentes con sus pacientes utilizando métodos diferentes a la psicoterapia que enseñaba la Universidad. Así que pidió que se le permitiera iniciar una investigación sobre ello y se le asignó un tutor que fue John Grinder, profesor y  especialista en lingüística.

     Bandler empezó a estudiar a Perls desde el punto de vista de la lingüística y pronto los dos pudieron extraer un modelo que cualquier terapeuta podía aplicar. Prosiguieron sus investigaciones con otros grandes nombres de la terapia y fueron a modelar a Virginia Satir, creadora de la terapia sistémica (constelaciones familiares), y a Milton Erickson, hipnoterapeuta.

    ¿Y que encontraron? Pues un patrón de comunicación muy particular. Desarrollaron la PNL o programación neurolingüística, que no ha dejado de evolucionar desde los años 70, saliendo del mundo de la terapia para adentrarse en el desarrollo personal y profesional.

  Programación: Reproducimos y aplicamos programas de comportamiento.

       Neuro: percepciones sensoriales que determinan nuestro estado   emocional subjetivo.

       Lingüística: comunicación tanto verbal como no verbal.

   No actuamos directamente sobre lo que acostumbramos a denominar realidad, si no sobre una representación de ella, que es nuestro mapa personal. Cada persona es diferente, cada mapa es diferente. Muchos conflictos surgen porque creemos que el otro posee las mismas referencias que nosotros y debe de saber cómo nos sentimos y lo que queremos decir, ¿pero no es así verdad? La estructura de nuestra experiencia hace que nos aferremos a nuestras creencias y no veamos la realidad del otro lo que es fuente de conflictos y no nos permite comunicarnos con éxito.

    Los programas mentales que tenemos instalados operan consciente e inconscientemente. La PNL nos permite acceder a esos mapas para corregirlos, mejorarlos, eliminarlos o incorporar otros nuevos: aquí está el concepto de cambio, incorporar otros puntos de vista, con mayor información para valorar y resolver situaciones. Significa la aportación de nuevas perspectivas y alternativas para poder elegir y ser más libres, tener más información menos sesgada, explorar e investigar nuevas formas de ser y de pensar, todo ello comunicándonos y experimentando.

    
   Otro día más…

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